viernes, 15 de febrero de 2013

La alcazaba de Montemolín


Montemolín es un pueblo de historia antigua. 
La alcazaba de Montemolín se encuentra en una colina de la falda norte de sierra morena.
Fue la última fortaleza extremeña recuperada por los árabes durante la Reconquista. Tras su ocupación por los cristianos en el siglo XIII, pasó a pertenecer a la Orden de Santiago dejando a Llerena el papel de ciudad más importante de la zona.
 Se construyó en el siglo XII, y se reformó a partir del año 1248. Es propiedad del Ayuntamiento de Montemolín y se encuentra en un estado de ruinas. Se trata de una obra de origen árabe, construida en tapial y ladrillo, que cuenta con torres ochavadas. 
Su planta es irregular y de proporciones alargadas. La disposición trata de aprovechar las ventajas de las diferencias topográficas con respecto al terreno por el que está rodeada. Sus medidas son 114 metros de longitud, 54 metros de anchura y 33 metros de altura. Sobresalen de su perímetro torres de diferentes formas y medidas.
En época cristiana, se reconstruyeron las edificaciones anteriores y se adaptaron a las nuevas necesidades de ese momento histórico, utilizándose ladrillos y sillares pétreos regulares, para reforzar las esquinas.
La primera descripción que se conserva es del 1495 y se llevó a cabo por los Visitadores de la Orden, siendo la última estando en uso en el año 1550. En estos escasos 55 años, la imagen del interior cambia por completo, pues se inician obras que lo remodelan en el 1508. En 1550 el proceso de deterioro, ya se había iniciado y las obras realizadas posteriormente no fueron capaces de detenerlo.

martes, 12 de febrero de 2013

La casa del marqués de Solanda

Esta casa está situada en uno de los lugares más representativos de Zafra mandadas a construir por Francisco Fernández de Tejada y Echevarría.
Es uno de los edificios de arquitectura civil mas interesantes de esta ciudad, que fue construida a principios del siglo XX, sobre los muros de otra que ya existía.
Es una construcción que, ya en su exterior, va pregonando la categoría que predomina en su interior. Su arquitecto fue un hombre llamado Ventura Vaca.
También como se pueden ver artísticos relieves en balcones y cornisas, capiteles de bella factura corintia, meteoritos herrajes y una bien organizada serie de huecos así encontramos también. Su fachada es  andaluza, la moldura, los capiteles corintios adosados y los remates curvos que finalizan las partes superiores de los balcones la forman. 

Estas posturas artísticas se resuelven en construcciones palaciegas de la élite o de círculo urbano en el centro de la población.
 Así del caso Historicista destaca el zaguán de entrada y patio de la casa que es estilo neomudéjarUna construcción que, ya en su exterior, va pregonando la categoría que predomina en su interior. Su arquitecto fue un hombre llamado Ventura Vaca.

Traspasar el zaguán de la misma y recrearse con la contemplación del patio que le sigue, es adentrarse en un precioso mundo de inspiración agarena, que solo le pueden rivalizar, con toda propiedad, los alcázares sevillanos o los patios granadinos de la Alhambra.
Esta obra es una preciosa muestra de yesería calcada de sus modelos con irreprochable exactitud, en un bien trabajo de hacer e imitar. Sus paredes están recorridas por inscripciones en lengua árabe, que refieren algunos de los versículos del libro del Corán, sobre suaves columnas, repletas de sobrecargadas figuras en geométricos trazos y complicadas pobrezas que han sido realizadas en este lugar zafrense.

En el primer piso hay dos habilitaciones, varias puertas y la principal. En el segundo hay un balcón mirador cubierta, a su lado hay balcones descubiertos con rejería sevillana. El último es un doblao en el que hay pequeñas ventanas cuadradas que están rematadas con cornisas y cada una tiene un frontón curvo. Arriba de la fachada hay un remate encorvado que tiene en ella espiral.


El Marqués de Solanda, con su gusto y posibilidades, dirigió e inspiro esta meritoria obra en el año 1905 trayendo artesanos marroquíes para su elaboración.

A continuación aparecerán fotos en las que salgo con mi hermano en esta casa.

Patio interior de la casa del marqués de Solanda











                                     Yo y mi hermano en la puerta dela casa del marqués de Solanda


Ventanal de la casa del marques de Solanda





















Mi hermano y yo en el portón de la casa del marqués de Solanda


















BIBLIOGRAFÍAS.



CROCHE DE ACUÑA, F.: Para andar por Zafra. Zafra, 2003

TORO FERNANDEZ, B.: Urbanismo y Arquitecturas Aristocráticas y de Renovación Burguesa en Zafra (1850-1940) Zafra, 1994

La torre de San Francisco


El martes día 6 de febrero, por la mañana fui con mi madre y mi hermano a ver la torre de San Francisco.
Al llegar, la primera impresión que tuve fue verla tan mal conservada y deteriorada, por lo que los materiales empleados en ella no eran de buena calidad.
Esta torre está compuesta por cuatro cuerpos y un remate. El primer cuerpo está todo grafiteado y lleno de suciedad, también se encuentra una puerta del año 1998, tiene un arco de medio punto de ladrillos. Se puede apreciar que hay restos de enlucido que pertenecieron a una habitación donde más arriba se halla la puerta.





En el segundo piso podemos encontrar una pequeña ventana que me llamó la atención. Ésta ventana que se encuentra en la fachada occidental tiene un frontón adornos platerescos, al documentarme sobre ella, descubrí que era una ventana con el símbolo de los Franciscanos, una cruz rodeada por dos manos. Estos cuerpos están hechos con pizarra y enlucido.
El tercero, es muy parecido al anterior, solo que no tiene ventana, no tiene ninguna característica importante.
El cuarto cuerpo es la espadaña que  está hecho todo de ladrillo y tiene unas ventanas alargadas que las últimas son mudéjares. Al anochecer unas luces la iluminan. Éste es el que mejor se conserva.
El remate tiene una bóveda de piedra con una linterna circular  rodeada de  cuatro linternillas una por cada esquina. Es la parte que más destaca, ya que tiene un color diferente al resto de la torre.
El interior estaba muy sucio y deteriorado, se puede decir que en ruinas.

Al buscar información e investigar, descubrí que la torre de San Francisco es el único resto que queda de lo que fue el Convento Franciscano de San Benito,  aunque popularmente se le conoció como Convento de San Francisco.
Estaba situado extramuros de la ciudad de Zafra, aunque en la actualidad está adentro del casco urbano.
Fue fundado y construido en el último tercio del siglo XV por el segundo Conde de Feria.
Fue ampliado a partir del año 1975, Las partes ampliadas fueron principalmente el claustro y los dormitorios, de forma que se pudieran albergar un mayor número de religiosos.

Todo el edificio menos la torre que es el único elemento que se conserva como he dicho antes, estaba construido por materiales muy pobres, lo que aceleró su destrucción tras el asalto durante la Guerra de la Independencia en 1808.
En el siglo XVIII se construyó una nueva enfermería en la actual calle Ancha, que sirvió de convento tras la destrucción que se ocasionó a lo largo de la Guerra de la Independencia. Al parecer, en este convento se guardaban la mayoría de los papeles que nos han servido para conocer una gran parte de la historia de Zafra. Las imágenes que existían en aquel lugar religioso fueron llevadas por los frailes a los conventos de Santa Clara y Santa Marina, que se encuentran en la ciudad de Zafra.

Esta torre al sufrir tantísimo deterioro, yo creo que debería restaurarse porque es un monumento antiguo y podría darles a los turistas una mala imagen al estar así.

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La primera fotografía es la torre de San Francisco por la parte delantera.
En la segunda aparecemos mi hermano y yo en la puerta de la torre.
La tercera aparecen las traseras de la torre.
En la cuarta aparece como está la torre en su interior.

La torre de Espantaperros



La Torre de Espantaperros, también conocida como Torre de la Atalaya, es una torre albarrana situada junto a la alcazaba de Badajoz. Es de origen almohade y de planta octogonal.
A menudo se le confunde con la torre del Alpéndiz, situada cerca de la puerta del Alpéndiz, cercana a los restos de la iglesia de Santa María de Calatrava. 
Fue construida en 1169, mide unos 30 metros.
La mayor parte de la torre es maciza, salvo sus dos plantas superiores que constituyen dos cámaras anulares abovedadas.
Las torres poligonales no son infrecuentes en la arquitectura almohade andalusí. 
 En origen estaba rematada por una pequeña construcción cuadrada decorada con arcos entrecruzados, al que en la época cristiana se le superpuso el remate de estilo mudéjar que ahora puede verse. Este remate mudéjar tenía como fin alojar una campana que actualmente se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz y que fue desmontada a finales del siglo pasado. 
Esta torre es uno de los más notorios monumentos almohades de la Península Ibérica, del siglo XII.
Recibe el nombre de Espantaperros porque antiguamente cuando abrían las puertas de la muralla de Badajoz, sonaba una campana que hacía ladrar a los perros y los espantaba.
En el verano de 1920 el estado de ruina era preocupante. Un par de años después parte de la torre se desplomó cayendo al interior de una de las viviendas que tenía adosadas. El alcalde, a instancias del arquitecto municipal, exigió a la Comisión de Monumentos que se pronunciara: se restauraba la torre o se demolía. Actualmente, esta en un buen estado de conservación.
La torre de Espantaperros sirvió como ejemplo para media siglo después construir la Torre de Oro en Sevilla.

viernes, 8 de febrero de 2013

Fachada de la casa del Ajimez


Esta casa está situada cerca de la Plaza Chica en el número 6 de la calle Boticas de Zafra, Badajoz.
El nombre de la casa es debido a la ventana de la parte superior de la fachada de estilo mudéjar, situada justamente encima de la puerta.
Esta fachada tiene mezclados dos estilos el Románico y mudéjar pero el que más destaca es mudéjar.
Esta ventana está partida en su centro por una pequeña columna de mármol que tiene dos arcos polilobulados en ladrillo trabajado. También tiene arabescos y adornos en los extremos de dichos lóbulos u ondas.

Ésta fachada es alegre porque tiene barruntos andaluces, es austera porque se enraíza con el carácter de la parda tierra extremeña, es nostálgica porque tiene resabios moriscos en sus arcos y rincones. Ella fue durante siglos el asiento mercantil de las ferias de la antigua Zafra. Bajo sus portales se ha amasado el temperamento comercial de la población.

Sus columnas se inclinaron en un amago de derrumbe, agobiadas por el peso de los años, pero las últimas reformas le han devuelto una vitalidad y energía suficiente para que siga pregonando, por algún que otro siglo más, la categoría estética de su original entorno.

Sobre esta fachada esgrafiada se conserva como principal adorno y punto de atención artístico, un precioso ajimez morisco que podría datar aproximadamente del siglo XIV. 

La casa del Ajimez actualmente tiene en su interior un museo para conocer mejor a la villa de Zafra.



Fachada de la casa del Ajimez




BIBLIOGRAFÍAS.

CROCHE DE ACUÑA, F.: Zafra, una lección de Historia y de Arte. Editorial Gráf. del Suroeste. Badajoz, 1972.


CROCHE DE ACUÑA, F.: Para andar por Zafra. Zafra, 2003.